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“Con Viajeros del Pentagrama aprendí cómo enseñarles música a los niños”

Juan David Espitia encontró en este portal del Ministerio de Cultura las herramientas que necesitaba para enseñar música a los niños del Liceo Federico García Lorca, en Suba. El docente nos comparte algunas claves para sacar el mayor provecho de este portal web en el aula de clase.

 profe Juan David

Hasta hace apenas un año, el profesor Juan David Espitia se preguntaba, una y otra vez, si podía enseñar música con solo saber música. Si el asunto era así de sencillo. La inquietud latía en su cabeza cada vez que terminaba sus clases con los pequeños de preescolar y primaria a los que debía ‘enfrentarse’ dos veces por semana.

Guitarra en mano, se acercó a la música desde muy joven. Y muy pronto le llegaría a su vida también la oportunidad de convertirse en profesor en el Liceo Federico García Lorca, ubicado en la localidad de Suba, al noroccidente de Bogotá. Hoy tiene veinte años, dos de ellos entregados a la docencia, trabajando con estudiantes entre los 4 y los 12 años.

Juan David habla con palabras aceleradas. Y con ellas intenta recrear la escena que cambiaría para siempre su labor como docente: “Una tarde estaba viendo televisión, el Canal Institucional, que le gusta mucho a mi hermano. De pronto apareció un comercial en el que hablaban de un portal pensado justamente para que docentes como yo encontráramos todo lo necesario para enseñarles música a los niños entre 5 y 11 años”. Buscó una libreta y anotó el nombre: Viajeros del Pentagrama.

El joven maestro completaba varios días, sin mucha suerte, buscando ayudas pedagógicas en internet. Su formación se había dado de forma autodidacta hasta que ingresó a la Licenciatura en Educación Artística de la Universidad Distrital, donde cursa cuarto semestre. Pero nunca abandonó la idea de que “el título universitario es algo que llega por agregado, pero realmente uno se forma como docente es en la práctica”.

Con genuina curiosidad y emoción, tal como se acerca un niño a un parque de diversiones por primera vez, Juan David comenzó sin mayores pistas a repasar todos los materiales que le ofrecía esta plataforma creada por el Ministerio de Cultura, la Fundación Nacional Batuta y la Organización de Estados Iberoamericanos.

En la sección Enseña saltaba de un video-tutorial a un podcast, después a un video-juego. “Todo era didáctico, pensado para los niños. Y con esos contenidos podía transmitir eso que yo quería, pero que hasta el momento no había encontrado cómo. Ya tenía bases en música, pero los contenidos de Viajeros me ayudaron a mejorar mi práctica docente. El portal te permite primero aprender para luego enseñar”, dice.

Muchos de esos recursos los descargó en una memoria USB para preparar mejor sus clases pues su colegio no cuenta con acceso a internet. Repasó todos los módulos del Año 1 y ante sus ojos se fue haciendo nítida la metodología que en adelante utilizaría. El asunto no era tan simple, pensó. Cada clase debe ser lúdica y entretenida.

Una mañana, delante de sus pequeños alumnos, comenzó a interpretar ‘Pedro y el Lobo’, una antigua creación sinfónica del ruso Serguéi Prokófiev. Era uno de los recursos de Viajeros del Pentagrama sugeridos en el Módulo 1 del Año 1. “Me propuse cantarles a los niños la canción, pero interpretando con el cuerpo todas las acciones que se van narrando a través de los personajes. El lobo, el abuelo, el pato, el cazador”…

“Esta es la historia de Pedro, 
un pequeño cuidador de ovejas, 
que llevaba a su rebaño a pastar,
aburrido y con mucha flojera.
Sentado en la vieja colina, 
donde Pedro vigilaba todo, 
se le ocurrió un plan con la idea de reír un poco. 
Salía corriendo colina abajo.
Gritando: ¡Lobo, he visto un lobo!
Y todo el pueblo corrría asustado,.
¿Qué pasa, Pedro?. Gritaban todos"...

Cuenta que este ejercicio le permitió reafirmar su certeza de que la música va mucho más allá de aprender a poner en orden unas notas musicales o cantar afinado. “Con la música puedes acercar a los alumnos a la literatura, como sucedió con la canción ‘Pedro y el Lobo’. A las artes plásticas si invitas a los niños después a dibujar lo que entendieron de la historia. A través de la música los niños aprenden puntualidad, disciplina, confianza en sí mismos, ubicación espacial, trabajo en equipo", sostiene el docente.

Y también matemáticas. El profe Juan David les propone a sus alumnos el ejercicio de dibujar figuras musicales. Cada figura tiene un valor. “Entonces, el valor de cada figura se suma a la de la otra. Una blanca dura dos tiempos. Por lo que una blanca más otra blanca son cuatro tiempos. Y lo volvemos un juego que nos va llevando hasta las tablas de multiplicar. Sin que ellos lo sepan, vinculo las matemáticas con la música”.

Es que el de la música “es un aprendizaje muy completo. Por eso es tan importante que los niños desde muy pequeños se acerquen a la formación musical, así su vida profesional esté por otro camino”.

Los niños de su clase se engancharon rápidamente con la metodología de Viajeros del Pentagrama, especialmente con la sección Aprende, en la que a través de videojuegos interiorizan conceptos como duración y escritura de notas musicales o la altura e intensidad del sonido.

Hoy, hasta las madres de sus alumnos se han sintonizado con la idea de aprender música en casa. Todo comenzó una mañana en que la mamá de John Marín, uno de sus estudiantes, se le acercó para compartirle su vieja frustración de no haber aprendido a cantar. Juan David le habló entonces de Viajeros del Pentagrama. Y ella, poco a poco, fue conociendo el portal y aprovechando todas sus herramientas. Desde entonces, es común ver al joven maestro acompañando con la guitarra las canciones que improvisa en el salón la madre de John. “Y detrás de ella, llegaron más mamás dispuestas a llevar el aprendizaje musical a sus casas”.

Con Viajeros del Pentagrama, Juan David ha aprendido cómo transmitir la música. “Porque uno puede saber mucho, pero muchas veces no sabe cómo llegar con ese conocimiento a los chicos. Una de los sueños que tengo es justamente tratar de vincularme con los profesores de otras materias para que ellos sientan que la música no es solo un hobby, sino una gran base con la que los chicos pueden mejorar sus competencias académicas de otras materias”.  

Mientras lo logra, comparte con sus compañeros de la Licenciatura sus hallazgos en Viajeros del Pentagrama. Jóvenes como él que entendieron que no basta con saber música para enseñar música.